Soy Floresmilo Simbaña, ex dirigente de la CONAIE y ex presidente de la comuna Tola Chica. Formo parte del pueblo Kitu Kara.
Pichincha es la segunda provincia con más contagios de covid-19, sin embargo, cantones como Cayambe apenas tiene uno solo caso. ¿Qué está haciendo este cantón para enfrentar la pandemia? La experiencia de Cayambe es importante porque es donde más se combina la acción del Gobierno local (el municipio) y la organización comunitaria. Las respuestas que se están implementando buscan movilizar a toda la infraestructura estatal y a las estructuras sociales existentes en el cantón, tal vez por eso pudieron registrar 0 contagios hasta el 5 de abril. El sistema adoptado para enfrentar la pandemia, es un sistema más o menos centralizado en el COE (Comité de Operaciones de Emergencia) y dirigida por el alcalde. Hasta ahora, las tareas se han centrado en mecanismos de prevención
fumigación en las calles del centro urbano cantonal y de las parroquias; dotación de alimentos a las personas vulnerables y en extrema pobreza; vigilancia en el cumplimiento de la medida de aislamiento social (cuarentena, manteniendo únicamente actividades que no pueden suspenderse de inmediato); cierre parcial del cantón (vigilancia de la entrada y salida de vehículos y gente en los accesos al cantón); y la organización de la circulación de mercancía de víveres y medicinas.
El municipio, además de demandar los recursos correspondientes al gobierno nacional, ha reorientado todos los recursos económicos hacia la atención de la emergencia, como por ejemplo suspender las fiestas del Inti Raymi, entre otras. En cuanto a las comunas, básicamente cuentan con los aportes del municipio, que son escasos, por lo tanto, la mayor parte lo cubren con fondos propios de las comunas.
Y… ¿cómo lo hacen?
Se han priorizado tres tareas urgentes; primero la fumigación. Esta actividad depende de la capacidad económica e institucional del municipio y del COE. La priorización de los lugares, horarios y frecuencia se coordina con los GADs parroquiales, organizaciones barriales y de las comunas. Se llegó a que estas instancias también cumplan con la tarea de fumigación, para lo cual el municipio proporciona el equipo y los productos químicos.
Segundo, es la provisión de alimentos. Con el pasar de los días de cuarentena, se va convirtiendo progresivamente en lo más urgente. En un primer momento, el municipio facilitaba para que las canastas de víveres provenientes de las comunidades y las organizaciones de productores agroecológicos lleguen a su destino. La otra línea de abastecimiento es mediante contribuciones y/o donación de las empresas de comercialización de alimentos. Estos kits de alimentos están orientados a los sectores de atención prioritaria. En las dos últimas semanas, la producción de las comunidades se ha visto disminuida, básicamente por dos razones. Como medida de prevención ante posible extensión de los días de aislamiento, decidieron guardar alimentos para consumo propio por un lado y para realizar envíos a sus familiares que viven en la ciudad de Quito por otro, ya que en casi todas las comunas tienen familiares que viven en esta ciudad.
La otra prioridad es la organización de circulación de alimentos (mercado). Aquí se implementan varias mediadas, empezando por exigir el cumplimiento de protocolos de seguridad higiénica a los vendedores. La tarea más fuerte es la de impedir la aglomeración de la gente y horarios de atención al público. Esta es la parte en donde más problemas se han presentado. La desesperación de la gente por adquirir alimentos provoca caos, aumentando a su vez las posibilidades de un foco de contaminación. Finalmente, se adoptó la modalidad de permitir el ingreso a los mercados según el último dígito de la cédula de identidad, con lo que se está logrando ordenar la situación.
La situación de los vendedores del mercado es otra de las dificultades graves ya que presentan resistencias a acatar las medidas de prevención. Menos resistencia se tuvo con el público o clientes, pero se está haciendo un esfuerzo grande. Una de las alternativas que se intenta establecer es la de mantener provistas a las tiendas de los barrios y las comunas, para disminuir al máximo el desplazamiento de la gente.
Adicionalmente, en una acción conjunta entre el municipio y las comunidades se está organizando brigadas de envío de alimentos a la ciudad de Guayaquil, en un acto de solidaridad con esta ciudad que atraviesa una situación calamitosa.
¿Cuál es el rol de las comunas; qué tipo de gobierno territorial ejercen frente al covid-19?
Las comunas se encargan del control de movilidad y del abastecimiento de alimentos. En casos especiales se demanda la ayuda del municipio y la policía. Para el caso de fumigaciones, el municipio provee el equipo y los productos para que sea la comuna quienes decidan el método. El municipio y las comunas acuerdan los sistemas de vigilancia, sobre todo en el desplazamiento de la gente, se ha llegado a cerrar el ingreso de personas ajenas a la comunidad.
Algunos de los métodos de seguridad adoptadas por las comunas son: control total del territorio mediante brigadas de vigilancia en los puntos de acceso, fumigación a los vehículos y personas que inevitablemente tienen que salir o entrar (trabajadores principalmente de las florícolas, proveedores de las tiendas). Para que la gente no salga de las comunas, la decisión es tener completamente abastecida la tienda comunal o la que exista dentro del territorio. Pero además del protocolo al que tienen que someterse los proveedores externos, la compra-venta en las tiendas también tienen un protocolo (protección con guantes y mascarillas, el no contacto directo, etc.)
En algunas comunas decidieron que en caso de que alguien se contamine y lleve el virus al territorio, la familia de esta persona tiene que ocuparse, incluso correr con los costos de los contagiados internos. Esta última medida está siendo adoptada como medida extrema para la concientización de los comuneros y que tome en serio las medidas determinadas por las comunas.
Ahora Cayambe tiene su primer caso, ¿se cambiarán las medidas?
El 6 de abril Cayambe tuvo su primer caso de COVID-19, justamente de una persona que viajó a Guayaquil y a otra ciudad de la costa. A partir de entonces, se adoptaron otras medidas, como imponer sanciones a quienes rompan la cuarentena y el toque de queda. Las sanciones generalmente son cumplir con trabajo comunitario, que consiste en formar parte de las brigadas de fumigación y control de la circulación de la gente en los mercados. Por otro lado, se analizan medidas alternativas en caso desbordamiento de los centros de salud y se prevé levantar información de todos los cementerios del cantón. Todo esto en caso de enfrentar situaciones de emergencia por la presencia del virus.
¿Y en el tema de salud?
En caso del sistema de salud cantonal, además de la correspondiente coordinación y abastecimiento (todavía insuficiente) de los centros de salud existentes en el cantón, se ha creado brigadas médicas que se desplazan a los barrios o comunas donde hay alguna persona que vino de fuera. De esta manera se busca prevenir la extensión del contagio, en caso de ingresar uno. Se busca levantar información de las personas que hayan venido de los lugares de mayor contaminación, Guayaquil y Quito.
¿Qué aprendizajes deja la presencia del covid-19 en los territorios rurales?
El aprendizaje inmediato en las comunas es la importancia de la agricultura familiar y comunitaria para enfrentar crisis como la presente. Por otro lado, se ubica también la necesidad de que el país debe contar con un sistema público de salud en mejores condiciones, sobre todo para enfrentar este tipo de situaciones. Pero como es un acontecimiento en proceso, es todavía temprano en prever lo que la sociedad en general y las organizaciones del campo puedan aprender, eso dependerá en mucho de lo que pase y sobre todo lo que podamos hacer en concreto.