Entrevista a Eduardo Malagón Zaldua. Protestas en Europa: Reducción notable del número de explotaciones agrarias

Introducción

¿Qué pasa cuando los campesinos no logran vivir de su trabajo? La consecuencia lógica es unirse en contra de aquello que los está aniquilando. En Europa se han suscitado manifestaciones por parte del sector agríccola las últimas semanas, y desde el OCARU te invitamos a revisar esta entrevista a Eduardo Malagón Zaldua[1] docente de la Universidad del País Vasco en España, para entender mejor la realidad del sector primario europeo.

¿Cuál es la situación del sector agrícola en la Unión Europea y hacia dónde ha estado encaminado los últimos años? ¿Qué cambios importantes se han dado?

Primero, hay que tener en cuenta que el agro europeo es muy diverso, con realidades muy diferentes entre sí, tanto entre países como dentro de los propios países, donde conviven explotaciones de gran tamaño, propiedad de corporaciones financieras y orientadas al mercado exterior, con pequeñas explotaciones familiares que comercializan su producción en mercados de proximidad.

En segundo lugar, la reducción notablemente del número de explotaciones agrarias en toda Europa acontecido en el último siglo. Durante las últimas décadas, ese proceso, lejos de ralentizarse, se ha acelerado. En el periodo del 2005 al 2020, han desaparecido 5,3 millones de explotaciones agrarias, lo que ha supuesto una reducción del 37%. Sin embargo, este proceso no ha implicado una reducción de la superficie agrícola o de la producción, que se han mantenido estables, sino que ha supuesto una reducción del empleo agrícola (de más de un 36%) y un aumento del tamaño medio de las explotaciones.

¿Cuál es su lectura y comprensión de los elementos que provocan las protestas actuales del sector agrícola en la Unión Europea?

Estas protestas no son novedosas, por lo contrario, son recurrentes. En los meses anteriores a la pandemia asistimos también a protestas similares. La novedad en esta ocasión es la confluencia de protestas a escala europea. Las motivaciones de las protestas están relacionadas por un aumento de los costes de producción agrarios (sobre todo combustibles y fertilizantes, relacionado con el aumento de los precios del petróleo); hay dificultades para trasladar ese aumento de los costes a los precios de los alimentos en una cadena de valor dominada por la gran distribución; otro factor que causa malestar son los crecientes requisitos ambientales para la producción agraria, derivados de la nueva Política Agrícola Común 2023-2027 (PAC) y el Pacto Verde Europeo. Y a su vez, dentro de determinados grupos de productores, existe un sentimiento de indignación ante lo que se interpreta como competencia desleal por parte de productores de terceros países (como Marruecos, Sudáfrica y los países del Mercosur), que gracias a los acuerdos comerciales internacionales entran en el mercado europeo sin cumplir los requerimientos en materia de salud y medio ambiente.

Cerca de 500 tractores logran acceder a la capital española aunque solo 70 llegan a las puertas del Ministerio de Agricultura para presentar sus demandas. Madrid, 21 de febrero de 2024. Imágenes: Isa Salcedo para Madrid No Frills.

CONTEXTO

¿Qué actores están participando de estas protestas?

En las manifestaciones participan diversos perfiles de agricultores, desde titulares de pequeñas explotaciones familiares a grandes propietarios. En el caso español, las protestas han estado convocadas al margen de las principales asociaciones y sindicatos agrarios. A corto plazo, parece que también van a sumarse a las protestas los transportistas debido al aumento de los precios del gasóleo (diesel).

 ¿Qué demandas o reclamos son los que motivan estas protestas en el sector agrícola tanto en la Unión Europea y España? 

Las principales demandas están dirigidas a exigir la derogación de algunas exigencias de la normativa ambiental (como la reducción del uso de pesticidas en un 50% para 2030), y que se reformen los acuerdos comerciales con terceros países para que se les exijan las mismas condiciones de producción que a los productores comunitarios, mediante la aplicación de cláusulas espejo.

¿Hay diferencias entre las demandas de determinados actores, es decir, qué intereses se mueven alrededor de estas protestas?

Aunque las principales demandas son las que acabo de mencionar, existen grupos que exigen también la derogación del Pacto Verde Europeo o la Agenda 2030. Son grupos minoritarios que están influenciados por posiciones de extrema derecha. En España, las protestas han tenido un carácter antigubernamental, por lo que muchos simpatizantes de los partidos progresistas que apoyan la coalición de gobierno entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Sumar se han posicionado en contra de las protestas, acusando a la extrema derecha de estar detrás de las mismas. Estas protestas también están evidenciando la brecha que existe entre el movimiento ecologista de muchos países y los agricultores, que han mantenido posiciones radicalmente opuestas en cuestiones como el Pacto Verde Europeo, las restricciones al uso de fertilizantes y fitosanitarios, o las medidas de protección a la biodiversidad emanadas de Bruselas.

CONTEXTO

¿Qué banderas políticas se aprovechan de estas protestas?

Los partidos de derecha o de extrema derecha tienen interés en capitalizar las protestas. Sin embargo, no se puede identificar a las protestas con un único color político. En algunos países, como en los Países Bajos, incluso han surgido partidos de corte agrarista que han tenido notables resultados electorales, lo que significa que han sabido aglutinar un voto de protesta contra los partidos políticos tradicionales.

¿En España cómo se están expresando estas protestas y hacia dónde podrían ir?

De momento las protestas se están traduciendo en cortes de carreteras y los accesos a los mercados de abastos y algunos supermercados están interrumpidos. También hay manifestaciones de tractores por las capitales de algunas provincias. Aunque en un principio parecía haber cierta tolerancia por parte de las fuerzas de seguridad hacia estas manifestaciones, en las últimas horas los incidentes se están multiplicando y se reportan algunos heridos.  La falta de una dirección coordinada hace muy difícil adivinar cuál va a ser la orientación que van a adquirir las protestas en el corto plazo.

Fijar precios justos para el campo, la revisión de la PAC (política Agraria Común) y reconocer que "no hay sostenibilidad ambiental sin sostenibilidad económica y social" son algunas de las principales reivindicaciones durante la jornada. Madrid, 21 de febrero de 2024. Imágenes: Isa Salcedo para Madrid No Frills

¿Cuál es la relación de estas protestas con el Sistema Agroalimentario Global, y qué impactos se pueden ver a corto, mediano y largo plazo?

Las protestas tienen que ver con las dificultades crecientes de muchas explotaciones para mantener la actividad dentro de cadenas de valor controladas por la gran distribución, que además se abastecen en mercados globales, por lo que mayores costes de las explotaciones europeas dificultan su capacidad de competir con importaciones más baratas de otros países. Los esfuerzos por crear redes alimentarias alternativas a estas cadenas globales son aún minoritarios, por lo que la solución para muchos productores no es sino el abandono o la renuncia a la actividad, cediendo o arrendando las tierras a corporaciones financieras que gestionan la producción con empresas de servicios, en un modelo de agricultura sin agricultores.

A corto plazo, las protestas se pueden traducir en victorias pírricas de los agricultores (como la reciente derogación de la obligatoriedad de reducir el consumo de pesticidas en un 50% para 2030 por parte de la Comisión Europea), pero que también merman la legitimidad de las protestas dentro de importantes sectores de la opinión pública y evidencian el papel cosmético de la sostenibilidad en la agenda política. Es decir, ausencia total de cambios profundos en los modelos de producción y consumo de alimentos, y en el diseño de las políticas agrarias. Lastimosamente, el proceso de desagrarización continuará de forma irreversible, agudizando los procesos de financiación y tercerización de la agricultura.

La calle Alfonso XII es tomada por la "tractorada" para llegar al Ministerio de Agricultura en Atocha. Madrid, 21 de febrero de 2024. Imágenes: Isa Salcedo para Madrid No Frills.

¿Qué efectos pueden tener estas protestas para otros agricultores alrededor del mundo, por ejemplo, del Sur Global?

Una de las consecuencias que puede acarrear estas manifestaciones es un endurecimiento del proteccionismo agrario por parte de la Unión Europea, en respuesta a las demandas de los agricultores de poner freno a las importaciones de terceros países.

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Notas

[1]  Eduardo Malagón Zaldua

Docente Área de Economía Aplicada – Departamento de Políticas Públicas e Historia Económica – Universidad del País Vasco.

Programa de Estudios sobre Desarrollo. 

Grupo de Investigación en Coherencia de Políticas para el Desarrollo y la Cooperación Internacional – Instituto HEGOA de Estudios Sobre el Desarrollo y la Cooperación Internacional, GIU21/011.

Correo-e: [email protected]

[2] Créditos:

Entrevistador: Esteban Daza.

Corrección y edición de texto: Esteban Daza, Gabriela Vanegas Carrera.

Foto: Cortesía del entrevistado.

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Equipo OCARU

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