OCARU
Mi nombre es Tania Chicaiza, trabajo en la Universidad Politécnica Salesiana. Soy docente directora de la carrera de Gerencia y Liderazgo. Además, coordino el grupo de investigación de gestión económica y consumo. En el 2017 firmamos un convenio con la UNAM y con el centro de investigaciones para América Latina y emprendimos un proyecto de cooperación.
Uno de los temas que abarqué yo desde mi investigación, es todo lo que tiene que ver con Tratados de Libre Comercio (TLC), como una forma actual de vulnerar los derechos humanos e imponer los derechos corporativos. También soy miembro del Concejo Consultivo Interno de Ecuador en el marco del Acuerdo Comercial con la Unión Europea (UE) dentro del grupo de sociedad civil.
¿Cómo se forma el Concejo?
El Concejo Consultivo es un instrumento de veeduría participativo que se forma en torno al artículo No. 9 del tratado con la UE para que la sociedad civil, en concordancia con representaciones de movimientos sociales, trabajadores y empresarios, puedan velar por que no haya violaciones de derechos ni de reglamentaciones constitucionales en la aplicación del acuerdo. El proceso lleva dos años, donde se ve que los grupos de sociedad civil y trabajadores son muy afines, a diferencia de los empresarios que buscan netamente defender los derechos de las empresas y aumentar la rentabilidad. Se han detectado los problemas que acarrea el TLC al generar lo que ellos llaman libre comercio—se crean espacios de flexibilización laboral, se abre la puerta a explotaciones mineras y la libre exportación a costa del deterioro de los mercados internos.
¿Cuáles son sus actividades o logros hasta ahora?
Se ha formado un grupo de participación permanente en estos temas; donde organizaciones participan en formaciones o capacitaciones continuas. Hemos tenido acercamientos con ciertos sectores productivos que están altamente vulnerados: sectores pesquero, lácteo, minero, etc. Hemos apoyado causas de organizaciones y movimientos sociales en defensa de derechos humanos como el caso Furukawa. Otro logro ha sido tener una cohesión y un discurso más firme.
¿Cuáles son los sectores principales que han sido afectados por el acuerdo comercial con la UE?
Es evidente que los primeros que han sentido efectos, son los pequeños productores lácteos y agrícolas, que han sido desplazados por el crecimiento de importación de productos básicos y una introducción—no solo en cadenas de supermercados—sino en sistemas de venta directa de multinivel en pequeñas tiendas o negocios. Ellos son los grandes perdedores ya que su economía es súper vulnerable. Para ellos dejar de vender en un mes es una quiebra. Otro sector es el de las pequeñas industrias como golosinas, calzado, etc. Y claro los ganadores como siempre son las empresas transnacionales, que, aún así en datos duros no es que se benefician tanto. Porque ahora en tiempos de pandemia si se ha visto una guerra de precios mucho mayor. Las grandes potencias como la UE recurren a obstáculos técnicos amparados en temas como el virus, para favorecer a ciertas colonias suyas. De ganadores podemos hablar— más que de sectores—de una u otra empresa. La mayoría acabamos siendo perdedores porque es una lucha desigual.
¿Qué ocurre con el sector pesquero?
En una de las asambleas del Concejo Consultivo visitamos zonas pesqueras. Los pescadores comentaban que una vez que entró en vigencia el acuerdo tuvieron menos millas para pescar. Segundo, a medida que entran buques a incursionar, ellos han tenido que recorrer durante más tiempo para encontrar pesca, precisamente por la forma tan arrasadora que tiene la pesca masiva de llevarse todo. Antes, recorriendo máximo dos millas conseguían suficiente. Ahora ellos gastan tres veces más gasolina. También ha surgido el tema de los piratas que—la gente sabe—son enviados por los mismos buques. Prácticamente cada día, un pescador sufre de piratería, donde les roban sus motores valorados en $2000 y mientras más recorren el peligro es mayor porque se pueden quedar varados. Por eso, ellos formaron una patrulla para rescatar compañeros, pero gastan mucho más combustible; es un sector altamente vulnerado.
Entonces, la pesca está en crisis en el Ecuador porque está dominada por los grandes buques pesqueros atuneros, por ejemplo, que cada vez van llevándose más y más. Las grandes pesqueras son ganadoras porque explotan un recurso finito que está agotándose. Los pequeños comentan que antes tenían veda 2 veces al año, ahora solo una. Pero sienten que solo aplica para ellos y no para los buques. Argumentan que el atún al ser un pez que necesita tiempo para crecer. También hay que entender a los pescadores, a medida que no consiguen sustento para la vida, empiezan a pescar lo que sea. Ellos decían que es un recurso que se está acabando y las pesqueras dejarán los mares vacíos para luego buscar a dónde irse. Son ganadores, pero, ahora bien, no a largo plazo, si no a mediano plazo donde irán perdiendo. Pero al momento son ganadores porque el atún es altamente demandado por la nueva dieta rica en pescado en Europa. Porque además tienen posibilidad de pagar el precio super alto en el mercado por la calidad del atún ecuatoriano. El mercado está en momento de éxito, pero a costa de dejar devastado el mar.
Y ¿qué ocurre en el sector lechero?
Nosotros visitamos una hacienda en Lloa de alrededor de 380 vacas (altamente tecnificada, con césped proteico importado de Nueva Zelanda que aumenta la producción 10 veces más) cuyo dueño consiguió un convenio con la Vita Leche entonces les vendía alrededor de 1,500 litros diarios. Su costo de producción era 18 centavos por litro y si se vende al precio oficial de 42 centavos por litro, es un negocio sumamente rentable. Sin embargo, este productor también se sentía víctima del TLC, argumentando que con la entrada de la leche en polvo desde Europa los precios bajaron inmediatamente.
En nuestro estudio mostramos que la baja de precios llegó a ser, después de dos años, en promedio un 31%. Hay sectores donde se reporta más baja porque se aprovechan más y en otros menos. También hay sectores donde ha subido el rendimiento y en otros ha bajado porque la gente ha caído en pobreza. En Riobamba el rendimiento por vaquita cayó 5%, que ocurre, porque está condicionada la cantidad de alimento. En Manabí el rendimiento en promedio subió el 16% porque hay empresas más grandes que tienen el modelo intensivo, donde tienen encerradas a las vacas y la calidad de la leche es más baja, porque están llenas de antibióticos. Eso comparado con la leche de la sierra.
En general, los productores medianos y grandes sí son ganadores, aún cuando se les haya acabado la bonanza porque tienen convenios con empresas que a las 6am llegan a comprarles la leche. Ahora, en vez de 42 centavos les pagan solo 30. Pero esa realidad no la viven los pequeños. Ellos tienen que ver cómo sostener la alimentación y jugarse para ver si les compran o no. Les revisan el color de la leche y hemos visto que les pagan hasta 19 centavos a pesar de todo el trabajo que hacen—son los grandes perdedores.
¿Cuántos productores de leche hay en Ecuador más o menos?
Es un sector muy grande (aunque depende de la zona), el dato que tiene recopilado el Ministerio de Agricultura es que más o menos un millón y medio de personas viven directamente de esta actividad. Sin embargo, los pequeños productores abastecen el 75% de todos los lácteos que consumimos en el Ecuador. Además, a la larga ellos son quienes han proveído a las empresas grandes con precios bajos.
¿Cuáles son los impactos más importantes en el sector lechero?
Lo primero es la baja del precio, porque cuando uno entra al negocio es para vivir de aquello. Hay un consenso de que era un negocio rentable hasta el 2015, la mayoría sí vivió de una manera adecuada. Esto tiene que ver con el tema del contrabando de Colombia de leche en polvo, lactosueros y leche. En Cayambe por ejemplo les pagan en promedio 29 centavos desde hace varios años entonces muchas familias han tenido que salir y ahora son trabajadores precarizados de las florícolas, empresas de frutilla, brócoli, etc. Otro impacto es que ya no se ve como una actividad para continuidad en la familia. Casi todos los productores sobrepasan los 45 años; no hay jóvenes vinculados. Entonces a medida que pasa el tiempo, las grandes van acaparando y el campo se queda sin producción pequeña. Otro impacto es que los precios de los insumos van subiendo paulatinamente, aparte de la baja de precios.
Más allá del contrabando, en general, los impactos perceptibles del acuerdo con la Unión Europea es que las empresas grandes como Nestlé ya no les compran a los pequeños productores porque ahora tienen leche en polvo importada de la UE. A muchos les han cerrado las pertas por estos excedentes—algo que antes no ocurría. Con la firma del acuerdo en el 2017, se aprobó que entrarán 400 toneladas de leche y cada año esto subirá en un 5%. Entonces esta materia prima barata se calcula que se obtendría más o menos en 13 centavos el litro de leche reconstituida. Entonces es imposible competir. Las grandes corporaciones ahora solo pactan con los productores medianos a grandes, ya no con los pequeños.
Al final para los consumidores, el precio final de la leche no ha bajado. Pese a que la materia prima es más barata, la leche se mantiene igual. Lo que sube es la ganancia de las grandes empresas. Además, para el consumidor no es lo mismo consumir leche reconstituida. Estamos ante una ola de productos de pésima calidad. Hay que tener en cuenta que nosotros, exportar leche a la Unión Europea no podemos. No tenemos la capacidad. De hecho, de casi todo producto lácteo que hay en el mundo, 32% proviene de la Unión Europea o Nueva Zelanda. El problema es que ellos encontraron un lugar a donde mandar sus excedentes de baja calidad. Las empresas grandes en Ecuador, con precios tan bajos de la UE ¿por qué van a comprar a un pequeño productor? Es una falacia decir que los TLC nos van a abrir mercados. Si hoy uno ve la estadística de exportaciones de lácteos y sus derivados, es casi tendiente a cero no llega ni a 150mil dólares lo que se registra.
Además, en diciembre de 2018 hubo una movilización de los pequeños productores por el Acuerdo No. 36 que permitía que se venda leche con hasta el 60% de lacto suero. Los pequeños productores decían que eso es lo que siempre se desecha. Este acuerdo también permitía la importación de tintura blanca de China. Para julio de 2018 los pequeños productores ya estaban en la quiebra. Se hizo una reunión en la Asamblea y el acuerdo finalmente se derogó por seis meses y se extendió durante la pandemia.
¿Qué ocurre con las normas fitosanitarias?
Las normas fitosanitarias no son un tema netamente del acuerdo comercial con la UE, ya que no exportamos lácteos a la UE. Sin embargo, son el resultado de una política comercial neoliberal que en general conlleva una serie de normativas que obstaculizan el comercio para los pequeños productores. Hicimos un recorrido por el Chocó Andino probando quesos, yogurt, etc. Ellos decían que ahora pueden entregar en tiendas cercanas y a veces mercados. Pero tenían serios problemas entrando a otras redes porque no podían obtener el registro sanitario. Para eso, primero deben tener dos años de operación y después la inspección donde revisan que absolutamente todo sea de acero inoxidable, pero ellos tienen más madera. El cálculo que hicieron para conseguir las instalaciones que exigen para obtener el registro sanitario era de aproximadamente 20mil dólares. Antes no eran tan estrictos; ahora incluso piden separación de espacios donde se está asentando el cuajo, que no entre viento, etc. Antes lo que pedían era una inversión de 5mil dólares. A parte, si sacas el registro para un yogurt, tienes que volver a sacar para todos los sabores, pasar el trámite, sobornar en las inspecciones, etc. Se supone que todo es para garantizar calidad, pero a la final son normas técnicas que obstaculizan totalmente poder entrar a una red de comercialización formal a los pequeños productores.
¿Qué debería hacer el Estado para proteger a los pequeños productores?
El Estado tiene un rol fundamental pero difícil de conseguir. En Perú ha apoyado, aunque no del todo porque igual es un Estado super neoliberal. Ha creado ciertas medidas para salvaguardar áreas productivas como la leche y el cacao haciendo que las empresas grandes estén obligadas a comprar ciertas cuotas a los pequeños productores. Sin embargo, mientras sigamos teniendo Estados con una línea neoliberal que le apuestan a los TLC, es casi imposible pedirles que generen políticas públicas a favor de los pequeños productores. Los Estados deberían ser los primeros en rechazar las imposiciones de compra masiva de productos que plantean los TLC. Por ejemplo, las 400 toneladas de leche en polvo que subirán 5%, o el desgravable (están totalmente desgravados de impuesto) de quesos maduros que es prácticamente total y pueden ingresar. Solo durante la pandemia, aparecieron 16 nuevas importadoras de productos: embutidos, lácteos, golosinas europeas que se venden a bajo precio. Hay que crear medidas de salvaguardia y protección—debería haber una restricción de la importación pese a lo que diga el tratado. Tampoco puede haber libre importación en ciertos quesos, como la mozzarella, cuyo ingreso será muy fuerte en los siguientes meses e implicará un desplazamiento total de la industria local.
¿Qué deben hacer los pequeños productores para defender sus economías en estos contextos adversos? ¿y la sociedad civil?
La opción que encontraron, por ejemplo en el Chocó Andino, para avanzar aún cuando no tenían el registro (pero ya estaban cerca de hacer la nueva postulación) era asociarse. Asumir la asociación, no solo como espacio para defender los precios, sino para también pensar en una producción conjunta. Desde las organizaciones sociales, ONGs, etc. debemos pensar en el potencial que tiene la asociatividad, que es complejo obviamente, pero a nivel rural es menos difícil que a nivel urbano. Como sociedad civil debemos exigir al Estado que haya políticas para protección y seguir exigiendo—como se hizo con el acuerdo No. 36 que permitía los lactosueros. Es decir, hay que entrar en un paro general ya que todavía los pequeños son los grandes proveedores.
¿Qué podría hacer el Concejo Consultivo?
Podría ser uno más de los entes que pasan informes técnicos bien fundamentados de investigaciones reales al ministerio de agricultura o al ministerio de comercio para pedir las salvaguardas e informar a la ciudadanía cuál es el riesgo de que los campesinos se queden sin su fuente de subsistencia. También generar más conciencia; hay gente que tiene una visión muy idílica de los TLC como consumidores y no ven qué se esconde detrás de eso. Finalmente, también podría pasar informes técnicos directamente a organismos, a la Unión Europea, etc. El rol sería muy interesante; lastimosamente casi todos los que estamos en el Concejo trabajamos en otras partes. Entonces se necesita un grupo que esté a tiempo completo y con recursos que no hemos visto, ni han venido—para hacer que eso funcione de verdad. Nuestra discusión siempre es que, si los recursos vienen del gobierno, va a ser un problema porque van a querer que digamos lo que ellos quieren. A pesar de todo, el Concejo sí tiene un rol significativo en tratar de difundir y conseguir ciertas salvaguardas para los productores.