Si el campo no siembra: Estudio de caso la feria «de la mata a la olla» Pelileo

Autorxs: Lucía Pérez Martínez [1] y Rosana Torres Vinueza [2]

La feria Agroecológica “De la Mata a la Olla” se estableció hace trece años en la ciudad de Pelileo y desde el año 2009 funciona los días jueves en el mercado “12 de Noviembre” (ubicado en el centro de dicha ciudad). La feria aglutina a 85 socias, que a su vez forman parte de otras Pelileo, estas asociaciones en conjunto integran a más de doscientos cincuenta socios y socias. Antes del establecimiento de la feria agroecológica, varias generaciones de mujeres campesinas pertenecientes a zonas rurales del cantón Pelileo recorrieron un largo camino en la construcción y sostenimiento de un proyecto de vida.

El proceso atravesó por varias instancias, pero quizás el logro más importante fue la consolidación de la asociatividad a partir de la cual es posible exigir mejores condiciones para la comercialización de los productos. No obstante, a lo largo de estos trece años, las feriantes contaron con el constante apoyo técnico de la cooperación (particularmente SWISSAID), así como, del Gobierno Municipal de Pelileo, este acompañamiento se mantuvo incluso durante el período de cuarentena acontecido durante la pandemia de la Covid-19.

La provincia de Tungurahua en general, y Pelileo en particular, es un territorio con condiciones sociales, económicas e históricas que constituyen un escenario muy particular en que el desarrollo local rural ha sido una posibilidad más viable que en otras provincias (Ospina y Hollenstein, 2015). Este territorio se caracteriza por la diversificación de sus actividades productivas a nivel rural, por una distribución histórica de la tierra y el agua que no tiende al acaparamiento y un sistema comercial pujante que permiten una mayor integración urbano – rural que en otras zonas del país, todo lo cual ha dado lugar a actores sociales, especialmente comerciantes, con importante presencia local.

El poder político de dichos actores locales se pudo verificar en momentos históricos, como lo señala Ospina y Hollenstein (2015), los pequeños agricultores, artesanos y pequeños comerciantes que tienen un poder negociador grande frente a las autoridades y élites locales, construyeron alternativas de reconversión productiva en la década neoliberal de los años 90 que asoló a todo el país. Pero también -si posamos nuestra vista más atrás- los actores sociales en Tungurahua sortearon otras crisis como la que siguieron al boom cacaotero (1920 y 1930) y posteriormente al boom petrolero (década de 1970). Lo propio puede observarse ahora frente al embate de la Covid-19.

Ya antes de la pandemia, se evidenciaba un debilitamiento de los mercados y ferias a nivel nacional, esto mientras grandes cadenas de supermercados siguieron posicionándose como los espacios de comercialización en las ciudades. Entre otras cosas, esta situación responde a la aplicación de políticas públicas que promueven el crecimiento y expansión de los supermercados en detrimento de otros espacios de intercambio (FIAN 2020, 47 y 48). Durante la pandemia el cierre de ferias y mercados agudizó el síntoma y los productores y productoras agrícolas de todo el país dejaron de tener espacios seguros para vender, para la gran mayoría esta situación significó la pérdida de cosechas y la desaparición del sustento familiar. No obstante, en el caso de las productoras agroecológicas que comercializaban sus productos en la feria “De la Mata a la Olla”, quienes ya tenían un espacio de comercialización consolidado, la pandemia se convirtió en una puerta de entrada para otras alternativas de relacionamiento con las y los consumidores de productos agroecológicos.

Ante la crisis de la Covid-19, muchas de las productoras agroecológicas que comercializaban sus alimentos en la feria “De la Mata a la Olla”, encontraron al menos tres alternativas para generar ingresos: en primer lugar, entre abril y mayo de 2020, a través del Municipio de Pelileo, se vendieron canastas de productos (valoradas entre 8 y 10 dólares) que se distribuían en las ciudades de Quito y Pelileo, pero esta actividad no llegó a despuntar por falta de liquidez para pagar a las productoras el momento de la entrega de los productos y no después de su venta. En un segundo momento, los transportistas de la comunidad, que no podían salir a trabajar normalmente, se convirtieron en intermediarios al comprar la producción agroecológica en sus comunidades para luego vender en otros territorios los alimentos. La tercera alternativa surgió de forma más “espontánea”, cuando consumidores de otras localidades llegaron directamente a las comunidades rurales de Pelileo en busca de productos agrícolas.

En el encuentro de consumidores y productores, tiene lugar una mayor valoración de los productos, situación que se refleja en un mejor precio de venta. Por ejemplo, antes de la pandemia, una caja de tomate de árbol era comercializada en máximo 6 dólares, mientras que, durante la pandemia el valor se incrementó hasta 10 dólares. Además de obtener un mayor ingreso, las productoras hacían un ahorro en términos de movilización, tenían más tiempo para las actividades agrícolas, y, sin lugar a dudas, estaban menos expuestas al virus. En esta dinámica, algunas productoras agroecológicas de las comunidades rurales de Pelileo se mantuvieron durante meses, hasta el momento en que aperturaron los mercados y ferias nuevamente.

En el mes de junio de 2020 se reaperturan los mercados en todo el país y como medida preventiva para evitar mayores contagios, la feria “De la Mata a la Olla” fue reubicada en dos sitios al aire libre[3]. Recién para abril de 2021 la feria retornó a la tradicional Plaza 12 de Noviembre, aunque -a decir de un técnico del municipio- “antes de la pandemia había más acogida, se achicó el mercado de consumidores, las productoras no venden como antes” (Entrevista P.DP., julio 2021). A pesar de ello, las ventas siguen posibilitando la reproducción de la vida de las mujeres y sus familias, de acuerdo a una productora: “yo vendo entre 160-180 dólares solo el jueves, hay otras compañeras que venden 50-60 dólares […] de acuerdo al producto que se vende […] En lugar de ir al mayorista y volver con poquito dinero, prefiero vender acá” (Entrevista P.AQ., julio 2021).

La importancia de la feria radica en que, en este espacio las productoras/comercializadoras acuerdan un precio común y con ese valor se mantienen en el mercado, es decir, en conjunto tienen la capacidad de establecer los precios de los productos ofertados, mientras que, cuando están solas y a merced de los intermediarios no tienen posibilidades de negociar. Por su parte los intermediarios tienen una ganancia inmediata, no así las productoras que deben esperar meses para ver si acertaron en el precio de venta.

A pesar del éxito y la antigüedad que tiene esta Feria, y como la gran mayoría de comerciantes agrícolas del país, las feriantes agroecológicas de Pelileo, deben mantener un mecanismo de venta multimodal para rentabilizar su producción. Por ejemplo, una de las mujeres consultadas afirma que antes de la pandemia asistía hasta tres ferias diferentes: “De la Mata a la Olla” los días jueves, Productores Agroecológicos de Tungurahua “Pacat” en la ciudad de Ambato los viernes y sábados, y el Parque Lineal “Quito Sur” también domingos.

Un tema crucial a destacar en este caso, es que el dinamismo de las vendedoras se sostiene gracias a la red de cuidados entre mujeres que se ha ido consolidando en esta organización. Así, comparten los gastos del transporte para trasladarse hasta la feria, se apoyan mutuamente en la venta de sus productos, y mantienen una lealtad en la que todas ganan en conjunto, al no bajar unilateralmente los precios de los productos por poner un ejemplo. Esta sororidad les ha dado además una fuerza que les permite demandar mejoras a los diferentes organismos e instituciones con las que interactúan, tal es el caso de la colocación del techo del mercado que lograron gestionar con ayuda del Municipio y la cooperación.

Por otro lado, también es interesante mirar que las estrategias de los gobiernos locales y las organizaciones no gubernamentales que acompañaron la transformación agroproductiva enfocada en capacitar a las personas para obtener productos agroecológicos, dar valor agregado a los productos, brindar un buen servicio al cliente y fortalecer la asociatividad, pues, estas acciones permitieron que muchas familias campesinas de la zona rural de Pelileo ofrezcan productos agroecológicos a precios bajos; de tal suerte que, algunas productoras continúan entregando sus cosechas en los mercados mayoristas y muchas otras encontraron en la multimodalidad una opción más atractiva y justa.

Otro aspecto clave del éxito de esta feria es que, por los años de su existencia, cuenta ya con una clientela más o menos fija. En este sentido, tal y como lo revela el levantamiento de información realizado en el marco del presente estudio, un 43,8% de los clientes encuestados se mantuvieron en contacto con las productoras/comerciantes durante la pandemia (especialmente a partir de la reapertura en el Estadio “García Moreno”). Además, la feria ha sido promocionada en medios de comunicación tradicionales del cantón, y en redes sociales.

Así mismo, el levantamiento de información puso en evidencia que el 100% de las personas encuestadas prefieren asistir a la feria y no usar otros canales de compra. Lo último quizás responda a la importancia que los consumidores le dan a la relación costo, cantidad y calidad de los productos. En menor medida, pero no con poca frecuencia, se observó que los consumidores valoraban el origen agroecológico, la frescura de los alimentos y la amabilidad de las vendedoras. Además, el 75% de las personas consultadas perciben que la feria es biosegura.

Este caso da cuenta de cómo las condiciones histórico – sociales y económicas menos adversas en la ruralidad, sumadas a espacios organizativos que cuentan con recursos (públicos y también privados) posibilitan, por un lado, que familias y asociaciones puedan sostener una producción agroecológica y comerciar con eficiencia dicha producción, y por otro lado, generan condiciones para enfrentar de manera más favorable las crisis como la que trajo la pandemia del Covid-19 y las medidas neoliberales que el Estado impuso a propósito de ella. Así también, nos permite ver cómo la producción agroecológica en sí misma es una alternativa para la soberanía alimentaria, pues a diferencia de la mayoría de campesinos del país, todas estas productoras pudieron alimentarse y alimentar a sus familias en medio de las medidas restrictivas y cierre de mercados, pero también pudieron mantener sus ventas a flote sin per- der las cosechas a través del vínculo construido con los compradores por los años de trabajo como asociación de comerciantes.

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Notas:

1 Investigadora social de problemáticas migratorias, particularmente en zonas rurales. Activista feminista y miembro del Colectivo Geografía Crítica Ecuador. Master en Sociología y Psicoanalista en formación.

2 Investigadora en temáticas ambientales articuladas a la racialización, la precarización laboral, el trabajo campesino, los derechos humanos. Activista en contra de la precarización laboral. Maestrante en Estudios Socioambien-tales de FLACSO Ecuador.

3 En el mes de junio el mercado fue ubicado a las afueras de Pelileo, específicamente en el Estadio García Moreno, posteriormente, fue trasladado a la Plaza Oriente, conocida como la Plaza de las papas en un sector más céntrico.

Bibliografía:

FIAN Ecuador, Instituto de Estudios Ecuatorianos, Observatorio del Cambio Rural Ocaru, Unión Tierra y Vida y FIAN Internacional. 2020. “¿Crisis alimentaria en Ecuador? Nuestro derecho a la alimentación en tiempos de COVID-19”. Informe.

FIAN Ecuador, Instituto de Estudios Ecuatorianos, Observatorio del Cambio Rural, Tierra y Vida y Fian Internacional. 2020. De quienes nos alimentan. La Pandemia y los Derechos Campesinos en Ecuador.Hollenstein, Patric. 2021. “El mercado agroalimentario en disputa: historia agraria, economía popular, modernización estatal y privatización encubierta en Ecuador (1850-2017)”. Tesis de doctorado, FLACSO Ecuador.

Hollenstein, Patric. 2020. “Mercados agroalimentarios”. En Territorio, ruralidades, ambiente y alimentación en el Ecuador: un balance de la investigación (2009-2019), editado por Pablo Ospina et al., 169-189. Quito: Universidad Andina Simón Bolívar.

Martínez, Luciano y Liisa North. 2009. «Vamos dando la vuelta»: iniciativas endógenas de desarrollo local en la Sierra ecuatoriana. Quito: FLACSO Ecuador.

Ospina, Pablo, Patric Hollenstein y Sara Latorre. 2020. Territorio, ruralidades, ambiente y alimentación en el Ecuador: un balance de la investigación (2009-2019). Quito: Universidad Andina Simón Bolívar.

Ospina, Pablo y Patric Hollenstein. 2015. “Coaliciones territoriales y dinámicas rurales en Ecuador: por qué la historia importa”. Documento de trabajo, Grupo de Trabajo Cohesión Territorial para el Desarrollo (Documento Nº 170).

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