Ante el Paro Nacional Campesino –Pequeños productores arroceros y bananeros
El último día se problematizaron las autonomías del cuerpo-territorio. Se planteó al deseo, la decisión, el cuidado y los afectos, como alternativas revolucionaras frente a la colonialidad que impone despojo en el cuerpo de las mujeres; frente al capitalismo que nos obliga a servirle como animales de reproducción a través de la maternidad obligatoria. Finalmente se debatió las estrategias para vivir libre y plenamente. Una estrategia que se posicionó como fundamental fue la agroecología. Las mujeres de las Redes, como agroecólogas tienen una relación de cuidado único con la vida a través de su vínculo con la tierra, los animales, los páramos, el agua, etc. Durante el encuentro las mujeres reafirmaron la noción de que el cuidado también puede—y debe—proporcionar ese sentido político de brindar la autonomía necesaria para que las mujeres seamos libres de expresar nuestros conocimientos, sentimientos y exigir por nuestras necesidades y derechos.
El modelo de encadenamientos agroindustriales que se ha impulsado a través de la política agraria de los últimos gobiernos, ha demostrado reiteradamente que subsume a los y las agricultoras en ciclos de endeudamiento, que las instituciones del Estado como BanEcuador, el MAG y las alianzas público-privadas no logran resolver los problemas centrales del agro. Las familias campesinas necesitan beneficiarse de un nivel adecuado de ingresos para reinvertir en sus economías, sus comunidades y garantizar la vida en el campo.
Recordamos que este año se intentó aprobar el proyecto de Ley de Desarrollo Sustentable del Sector Agropecuario, cuyo objetivo era consolidar un modelo de encadenamiento de pequeños y medianos productores a la agroindustria. Nos preguntamos si éste es un modelo que realmente beneficia a la pequeña y mediana agricultura, al develarse la irremediable necesidad de movilización que surge el día de hoy.
Adicionalmente, recordamos que el gobierno de Guillermo Lasso firmó acuerdos con el Pueblo Montubio durante la campaña en torno a precios mínimos de sustentación, control de insumos, entre varias demandas más. Por lo cual rechazamos las afirmaciones del gobierno que amenazan la criminalización de la protesta, recordando que el diálogo entre sociedad y gobierno se debe sustentar en el respeto a los acuerdos y los derechos fundamentales como el derecho a la resistencia (Constitución Art. 98).
En este momento conocemos que se ha dado un acuerdo entre el gobierno y sectores arroceros. Esperamos que se cumplan estos acuerdos y que los demás sectores campesinos que también están siendo afectados (maiceros, bananeros, lecheros) también encuentren vías para el diálogo.
Como IEE y OCARU reafirmamos la legitimidad de las decisiones colectivas de los sectores campesinos que conforman los pueblos de la costa, haciendo eco a su reclamo, ya que lo que está en juego es dignificar el trabajo campesino y garantizar una vida digna para quienes alimentan el país. Hacemos un llamado a priorizar de manera urgente los derechos, el sustento de los y las campesinas y en general el proteger la producción campesina que garantiza la alimentación en la ciudad.