El 28 de abril estalla en Colombia un nuevo Paro Nacional, esta vez contra la Reforma Tributaria; luego de casi una semana de iniciado el paro, el pueblo colombiano se mantiene en las calles. Y es que, a pesar del anuncio del gobierno colombiano de retirar la Reforma, el hartazgo generalizado, las nuevas reformas neoliberales, la violencia contra la población y la memoria de saqueo, alimentan la movilización de un paro que no para.
Ante esta situación que vive el hermano pueblo de Colombia, el Instituto de Estudios Ecuatorianos y el Observatorio del Cambio Rural nos pronunciamos en solidaridad con las organizaciones sociales, campesinas, indígenas, de mujeres, trabajadores y otros sectores populares por ese enorme despliegue de dignidad y resistencia frente al gobierno neoliberal uribista de Iván Duque y frente a la mal llamada «Ley de Solidaridad Sostenible» que busca que el pueblo colombiano cargue con el peso de la pandemia y el gasto público mientras resguarda los intereses de las élites.
Como ecuatorianxs, nos solidarizamos al haber vivido la represión del Estado durante el Levantamiento Indígena y Popular de octubre del 2019 que fue resultado de la renovación y avance del neoliberalismo en la región. Como sabemos, en Colombia, el 1ero de mayo miles de personas se unieron a las manifestaciones por el Día Internacional de lxs Trabajadorxs y finalmente el dos de mayo el presidente Duque anunció que retiraría el proyecto de reforma tributaria presentado al congreso. El ex-presidente Álvaro Uribe y las fuerzas políticas de la derecha han llamado a apoyar «el derecho» de los militares y policías a utilizar armas en defensa de la propiedad privada, y han catalogado el accionar de lxs manifestantxs como actos criminales y vandálicos de terrorismo.
La escala de violencia brutal desplegada por el gobierno de Colombia solo ha aumentado, por lo cual abrazamos con admiración, la valentía del pueblo colombiano que a pesar de la militarización de varias ciudades a nivel nacional no frenaron después de que se haya retirado el Proyecto de Ley, con miras a pedir la renuncia de Duque e impedir las nuevas reformas en camino. Todos los días, las organizaciones sociales, medios alternativos y defensorxs de derechos humanos, denuncian más muertes de las que están reportando los medios hegemónicos. El saldo escalofriante de estos días es: 1443 casos de violencia policial, 216 víctimas de violencia policial física, 31 víctimas de violencia homicida, 814 detenciones arbitrarias, 239 intervenciones violentas por parte de la fuerza pública, 21 víctimas de agresión en sus ojos, 77 casos de disparos con armas de fuego por parte de la policía y 10 víctimas de violencia sexual por parte de la fuerza pública (Temblores ONG).
Como IEE y OCARU denunciamos también la violencia generalizada con la cual han debido subsistir las luchas campesinas durante años. Entre 2016 y 2020 al menos 753 líderes sociales fueron asesinados en Colombia, 3.184 amenazas, 193 atentados, 31 desplazamientos forzados, 26 detenciones arbitrarias, 13 desapariciones forzadas, 13 secuestros 8 casos de estigmanización y 10 de destrucción de bienes (El Comercio, 2021).
Apoyamos a la distancia al pueblo colombiano en su lucha; exigimos el cese de la masacre perpetrada por el Estado colombiano y sus aparatos represivos, instamos a que el conjunto de la comunidad internacional, los gobiernos, los Estados, las instituciones y los pueblos condenen de manera tajante la violación sistemática de derechos humanos; y alertamos sobre el avance de un proyecto aún más cruel de capitalismo, muerte e injusticia en América Latina.
¡Que el paro nacional sea un grito internacional y solidario!
Por todxs lxs asesinadxs, desaparecidxs, detenidxs arbitrariamente, por todas las mujeres y niñas violadas, por todo un pueblo que es luz para el resto del continente.
Imagen destacada: La Oreja Roja