II Congreso por la Tierra, los Territorios y la defensa de la Soberanía Alimentaria de los pueblos
El pasado 10 de diciembre, 150 personas de diferentes organizaciones sociales de la costa del Ecuador, participaron en el II Congreso por la Tierra, los Territorios y la defensa de la Soberanía Alimentaria de los Pueblos. A continuación les exponemos un fragmento de la declaración resultante que pueden descargarse de forma íntegra en el link final, en forma de pdf.
La convocatoria vino de la mano de las organizaciones sociales e instituciones: UOCE (Unión de Organizaciones Campesinas de Esmeraldas), Tierra y Vida, Universidad Técnica Estatal de Quevedo, CACQ (Centro Agrícola Cantonal de Quevedo) y CNC Eloy Alfaro (Coordinadora Nacional Campesina); como Ong´s de apoyo estuvieron FIAN ECUADOR, IEE (Instituto de Estudios Ecuatorianos), OCARU (Observatorio del Cambio Rural), CIDH y la campaña POR LA TIERRA PLÁNTATE. Y como auspiciantes del encuentro: MANITESE, BREAD FOR ALL y FORYM SYD.
Declaración
Los pueblos, nacionalidades y organizaciones de la Costa tenemos un acumulado histórico de lucha a favor de la vida y la dignidad de los pueblos; dichas formas de reproducción social actualmente se enfrentan a la expansión del capitalismo sobre nuestros territorios.
Hombres y mujeres de la región, hemos dado la vida por la defensa de los derechos humanos, por la justicia, la redistribución y la igualdad y hemos dejado el legado de lucha, rebeldía y sueños a nuestras hijas e hijos.
En estos momentos, nuestros pueblos han continuado con la construcción de la organización y con la pelea, en cada espacio, por la defensa de la vida, la tierra, los territorios, la soberanía alimentaria y la naturaleza.
Después de dos años del Primer Congreso de los sin Tierra, sin Mar, sin Manglar y sin Páramo, nos hemos convocado nuevamente desde la unidad y la lucha organizada, desde la indignación y la denuncia ante la explotación del trabajo, de la tierra y los territorios, y frente a la seria amenaza que implica la implementación de políticas de Estado que apuntan a que desaparezcamos como recolectores de manglar, pescadores, trabajadores del campo, pueblos y nacionalidades, campesinos y campesinas. Sabemos que la firma del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea viene de la mano de una propuesta de Ley de Tierras que consolida el agronegocio, la transformación productiva y la criminalización de los luchadores y luchadoras populares y pone en grave riesgo la soberanía alimentaria y el buen vivir rural. Estas medidas son una expresión del proyecto del actual régimen para el campo y muestran los intereses y privilegios resguardados, en detrimento de campesinos y campesinas, manglareros, concheras, trabajadores rurales. Sabemos también que este proyecto de aniquilamiento de nuestra existencia, de precarización y explotación de nuestras vidas, de deterioro de recursos productivos y bienes comunes, pone en riesgo no sólo la soberanía de pueblos, nacionalidades y organizaciones, sino que atenta contra la soberanía territorial y nacional y genera nuevos lazos de dependencia y sometimiento.
Es así, que este 10 de diciembre nos encontramos nuevamente hombres, mujeres, jóvenes y niños, para consolidar alianzas por el campo y la ciudad que permitan construir propuestas para disputar los espacios de poder sobre nuestras vidas y los recursos naturales.