OCARU
Desde la UOCE (Unión de Oranizaciones Campesinas de Esmeraldas) nace el proyecto de la Universidad Campesina, un “acto de rebeldía” y un proceso de formación amplia para jóvenes rurales que no tienen acceso a la educación superior, que no tienen la posibilidad de seguir una carrera universitaria.
En la autoproclamada Universidad Campesina “Utopía Popular”, los jóvenes encuentran un espacio en el que durante 4 años se formarán y educarán desde el conocimiento crítico político, científico, histórico y agroecológico.
Aparte de ser un espacio de formación en diversas materias, en agroecología y en pensamiento crítico, es un acto de reclamo por su derecho al conocimiento, ya que el hecho de que estos jóvenes rurales queden excluidos del acceso a la educación y al conocimiento es parte de una injusticia estructural hacia la población rural de bajos recursos.
Este proceso enfatiza que el conocimiento es poder.
La capacidad de reflexionar sobre la realidad de manera crítica, empodera. Tener mayor comprensión del mundo, de los procesos políticos y económicos que nos rodean, empodera. Formarse, empodera.
Para tomarse el espacio del conocimiento también de manera física, el grupo de jóvenes de la Universidad Campesina vino la semana pasada a Quito, a recibir clases en aulas de diversas universidades de la capital. Esta estadía en Quito como “Universidad Campesina” se entiende como un acto irreverente para buscar los espacios negados, para decir “estos espacios también deben ser nuestros”, y así también poder escuchar a los catedráticos que todos los días dan clases a chicos que tienen el privilegio de sí poder estudiar en la universidad. Finalmente, invadiendo los espacios físicos del conocimiento y de la educación, se reclama que la educación superior no debería ser un privilegio sino un derecho para todos.
Evelyn Perea (25 años), lideresa de la UOCE y miembro de la Universidad Campesina, comunidad de la Tortuga
«La UOCE ha venido apostándole a la formación de los jóvenes, porque los jóvenes rurales en la Costa no tienen fácil acceso a las universidades. Llevamos un año en lo que llamamos Utopía Popular o la Universidad Campesina que es la realización de un sueño, para formar a los jóvenes en tema de liderazgo y conocimientos teóricos y políticos. La importancia de este espacio es poder tener el derecho al estudio, fortaleciendo las capacidades de cada uno de nosotros. Este espacio nos brinda conocer de todo, desde el ámbito político hasta el económico, recibiendo cátedras que yo, siendo estudiante universitaria, no he podido recibir allá.
Haber estado una semana en Quito significa reclamar nuestros derechos, reclamar nuestro acceso a la información, la tecnología, la educación. Somos campesinos y necesitamos también participar de esos desarrollos para poder aportar a nuestras comunidades y, por ende, a nuestro país.»
Nancy Bedón, presidenta de la Unión de Organizaciones Campesinas de Esmeraldas
«Para nosotros, la Universidad Campesina es el espacio de reclamar la tecnología y el conocimiento, porque creemos que el conocimiento es poder, es capacidad de decidir con conciencia, capacidad de decidirse por una apuesta política y con proyección comunitaria y campesina.
La Universidad Campesina es un acto irreverente de decirle al gobierno, “nosotros tenemos derecho a la educación, y si Ustedes no nos dan y violentan nuestros derechos, lo vamos a lograr desde la organización”. La educación superior no debería ser un privilegio, sino un derecho para todos.»
Esteban Vera (21 años), dirigente de jóvenes de la UOCE, de la comunidad el Gallo.
«La importancia de la Universidad Campesina es que nosotros como jóvenes nos podamos preparar, tomemos conciencia y no tengamos necesidad de migrar a las ciudades, sino que nos quedamos en nuestros territorios.
En Quito vivimos una experiencia del conocimiento empírico y tecnológico que se necesita para trabajar en el territorio, vimos, entre otras cosas realidad nacional, sexualidad y género, estuvimos en el laboratorio, aprendimos sobre los diferentes insectos que hay.
El aporte de la Universidad Campesina para mí personalmente es tomar conciencia y poder comprender mejor la realidad. Además, es importante la convivencia en la organización que se convierte en una familia.»
Tatiana Ángulo (19 años) dirigenta de educación de UOCE, comunidad Guáriche
«La Universidad Campesina nos permite aprender mucho y defender nuestros derechos como jóvenes campesinos. Es importante para que todos los jóvenes sin recursos puedan integrarse a la Universidad Campesina, aprender para seguir adelante y cumplir nuestros sueños. Fuimos a Quito a ejercer nuestro derecho porque todos tenemos derecho a estudiar.»
José Macías (25 años), dirigente de comunicación de UOCE, comunidad Galerita
«La universidad Campesina nace como un acto de rebeldía y exigencia de derecho a la educación superior, al ver la realidad de nuestros territorios donde los jóvenes no podemos acceder a la educación superior. Nos tomamos las universidades en Quito como un acto de rebeldía y exigencia de nuestro derecho a la educación superior porque es un derecho de todos, no solo de una pequeña parte de la clase alta, las universidades deberían pertenecer a todos.
Es un mensaje a las autoridades, que las organizaciones y los pueblos campesinos hemos despertado después de muchos años de vivir en la marginación y estamos fortalecidos y organizados para poder reclamar nuestros derechos.»
Erika Briones (17 años), comunidad Galerita
«Ser parte de la Universidad Campesina es una gran oportunidad porque normalmente solo los jóvenes de ciertos recursos económicos pueden acceder a las universidades, los jóvenes campesinos no tienen los recursos suficientes. Participar en la Universidad Campesina nos da la posibilidad de crecer y poder ayudar a nuestros pueblos y a nuestros padres.
Me ayuda analizar las cosas desde otro punto de vista, cada día conocemos una realidad diferente en el pueblo o en lugares que no me imaginé conocer. Vemos realidades muy difíciles, conocemos mejor la situación en nuestros recintos y aprendemos organizarnos, por eso es muy importante que el proyecto siga existiendo.»
Edwuin Borbor (23 años), comunidad Galera
«A mi me importa mucho el bienestar, no solamente mío sino de todo el país porque todos somos seres humanos y todos tenemos un papel importante en la vida. El gobierno debería velar por el bienestar de las personas y no destrozar los sueños de un joven que cada día le sonríe más al mundo mientras el gobierno se dedica a apagarle esa sonrisa con tantos impedimentos para que no se pueda preparar como profesional. Debería apoyar a los jóvenes a que se formen y para que puedan volver a sus comunidades trabajando para el bienestar del país.»
Jefferson Macías (24 años), comunidad Galerita
«La universidad campesina nos permite alcanzar un nivel de educación más crítica, técnico, político y consciente, ya que nosotros los jóvenes rurales no tenemos acceso fácil a las universidades públicas. Una de las dificultades para ingresar a las universidades públicas es la prueba del Senecyt, además de la falta recursos económicos y presencia de universidades en la provincia. Nos resulta muy caro estudiar, por eso muchos jóvenes rurales sólo llegan al bachillerato.
Ser parte de la universidad campesina es nuestro sueño de los jóvenes de la UOCE, me aporta conocer mi territorio y las problemáticas del mismo. Aprendemos a defender nuestros derechos para poder transformar la realidad en algo positivo.»
Valeria Bastidas (26 años), miembro del Centro Agrícola Cantonal de Quevedo y de Machete y Garabato
«La Universidad Campesina es un espacio sumamente importante porque obtienes conocimientos que no se encuentra en las mejores universidades porque es una integración de conocimientos diversos y de pensamiento crítico. Yo, como representante de la Unidad Agroecológica y Política Machete y Garabato que se inspiró en la UOCE, participé en la estadía de la Universidad Campesina en Quito para poder enriquecer mis conocimientos y después compartirlos con los compañeros de mi organización. Yo tengo una carrera universitaria pero aprendí en Quito muchas cosas nuevas sobre economía, ambiente y coyuntura nacional que nunca había visto en mi carrera.»
Jefferson Palacios (21 años), comunidad San Francisco
«Ser parte de la Universidad Campesina me ha ayudado a capacitarme y conocer más sobre la situación de las personas, sobre todo los campesinos. Me ha ayudado a ser un jóven libre y con conocimiento, aprendí como conservar el suelo de manera agroecológica, sin químicos. Además, la Universidad Campesina ayuda a los jóvenes a no caer en los vicios y a rescatar las culturas en las comunidades.»
Adonis Bessilla (20 años) miembro de Utopía Popular comunidad Guadurnal
«Utopía Popular empezó como un sueño de los jóvenes y es un proceso que nos ha aportado mucho, sobre todo porque no se basa en el conocimiento de las cuatro paredes, sino que se basa en la práctica en conjunto con la teoría. La idea de ir a Quito fue porque tal como vemos limitado nuestro acceso a la educación, queremos que se nos de ese derecho a estudiar. Pero vemos que hay muchas trabas, por eso decidimos llegar a las instalaciones de la universidades en Quito y nos recibieron de forma abierta, dándonos la oportunidad de recibir clases. Queremos agradecer a las personas que nos prestaron sus servicios en las universidades, tanto como tutores como a los responsables de las instituciones. Las clases se hicieron muy dinámicas y fueron provechosas para nosotros.»
Andy Borbor (20 años), comunidad Galera
«La universidad campesina es una alegría para nuestros padres porque sus hijos tendrán más oportunidades de estudiar y no se expondrán a los vicios que les ofrece la sociedad hoy en día Para mí ser parte de la Universidad Campesina ha sido como un sueño, he llegado a conocer muchas cosas que no sabía, que no enseñan en los colegios, por ejemplo cómo plantar una planta, como utilizar los abonos orgánicos, cuáles son los insectos beneficiosos para las plantas, etc. También sobre la política, que estamos representados en el país por gente que tal vez nos ignora porque somos de bajos recursos.»
Fotos: Tamara Artacker