OCARU
Entrevista realizada por Ana Mikkelson
El pasado miércoles 22 de abril, el equipo de comunicación del Observatorio del Cambio Rural realizó una serie de entrevistas a diversos actores de la mesa de diálogo: mujeres, agroecología y soberanía alimentaria. Esperamos que la información que compartimos a continuación sea de interés para el debate sobre la agroecología como una de las alternativas al desarrollo que reside en procesos de resistencia desde el campesinado.
José Rivadeneira (coordinador de CEA, Coordinadora Ecuatoriana de Agroecología) nos habla de las perspectivas de la Agroecología en Ecuador como un modelo alternativo de producción.
OCARU: ¿Cómo ve usted la cultura de la agroecología en Ecuador en el largo plazo? ¿Va a crecer?
JOSÉ RIVADENEIRA: Yo creo que tenemos muchas esperanzas. Primera: porque la población rural en Ecuador tiene que ver con los números; segundo: porque hay culturas que han existido, se mantienen, se adaptan, pero mantienen su fuerza cultural. Hay catorce nacionalidades que controlan y administran territorios; tercero: hay una progresiva conciencia ambiental, ecológica, percibida en la sociedad; y cuarto: tenemos algunos instrumentos normativos que pueden proyectar muchas normas y políticas al futuro como la Constitución de Montecristi de 2008. En estas políticas y normativas están contempladas la soberanía alimentaria, agroecología, derechos de la naturaleza, derechos colectivos, con la visión de ir saliendo de este modelo estadista.
OCARU: ¿Cree usted que es posible la implementación de estas estrategias agroecológicas a gran escala en el Ecuador?
JOSÉ RIVADENEIRA: Bueno, el tema de escala entendido como el número de unidades productivas. El Ecuador es un país muy desigual. Si hablamos de escala en términos de los pequeños productores que pueden ir haciendo propuestas sobre agroecología, que vayan construyendo la agroecología; ahí se encunetra el potencia que se espera. Ahora, la idea de que la agroecología se pueda lograr a gran escala en pocos unidades productivas, técnicamente, debería ser factible. Pero en términos de sociedad, no. Entonces, la agroecología está vinculada a que sean varias personas las que decidan en los territorios. De esa forma, no puede haber, ni acaparamiento, ni concentración de recursos.