El Hoy
Si bien las exportaciones de café subieron en los últimos años, la producción no abastece la demanda local. Y, al menos, tres empresas deben comprar afuera el grano para volverlo a exportar con valor agregado.
Los clientes constantes del café ecuatoriano son Inglaterra, Alemania, Polonia, México y Estados Unidos. Las ventas a estos países son grano y procesado.
Solo tres grupos empresariales, Don Café, El Café y Gusnobe SA, según datos de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Anecafé), venden $180 millones al año, en tres presentaciones: en polvo, aglomerado y liofilizado.
La mayoría sale en cajas de cartón de 25 kilos y sin marca.
Eso en un mercado internacional donde el volumen del negocio del café registra un crecimiento sostenido del 5,2%, según un informe de la Organización Internacional del Café (OIC). El producto ecuatoriano tiene una participación del 9%.
El Banco Central (BCE) en su informe Evolución de la Balanza Comercial de enero a marzo, determinó que el sector cafetero exportó $61,8 millones, lo cual representó un 16% más que en el mismo período de 2 012.
Sin embargo, la situación para la industria cafetera podría ser mejor, según Anecafé. El gremio considera que las 200 mil hectáreas sembradas de café podrían incrementar su nivel de producción y que para ello se requiere un trabajo macomunado con el Ministerio de Agricultura.
Lo ideal, según Ashley Delgado, de Anecafe, es que cada hectárea de café rinda entre 30 quintales y 45 quintales.
Hoy el promedio está en cinco quintales y mucho de ello se debe a que las plantaciones son viejas y que el agricultor ha descuidado y no le interesa el cultivo, además no tiene los recursos.
Solo la industria del café soluble requiere al año 1,5 millones de sacos de café, por lo que al año importan 1,1 millones de sacos. «La producción local apenas nos abastece con 400 mil sacos al año, con 200 mil hectáreas en producción, por lo que nos vemos en la necesidad de comprar fuera el grano para procesarlo y enviarlo nuevamente fuera», sostuvo el representante de la empresa exportadora Gusnabe.
Por lo que entre importación y costos operativos, producir el café soluble de Ecuador resulta más caro que en otros países.
Por cada tonelada métrica de café ecuatoriano se paga $1 900, mientras que por el cafe importado se paga $2 000.
No obstante, hoy al igual que se lo hace con el cacao, el Ministerio de Agricultura prepara el Proyecto de Reactivación de Café para ayudar a subir la producción del grano en el país.
Javier Villacís, a cargo del proyecto, ha informado que la idea es reactivar 105 mil hectáreas de café a nivel nacional, tanto en las zonas bajas como en las altas.
Hasta el momento se han adquirido 85 toneladas métricas de semilla certificada del Brasil, con altos rendimientos.
Además, se contrató a 130 profesionales para capacita a los cafetaleros y que habrá una línea especial de crédito.
Ashley Delgado, empresario de café soluble, considera que la labor para elevar la producción de café local debe empezar en el campo.
¿Por qué se dejó de producir el grano de café?
El agricultor no quiere sembrar café, no le interesa el producto, y menos invertir. Todo viene desde el 2000. Ese año fue la mejor época de los cafetales ecuatorianos, pero de allí vino decayendo la producción al igual que el interés en el cultivo.
¿Cuáles son los factores que han provocado ese desinterés?
El precio de producción sobre todo; el productor hoy no tiene ni los sesenta centavos para comprar las plantulas de café. Además también el sector cuenta con plantaciones bastante viejas, donde el nivel productivo dejó de ser bueno hace mucho tiempo.
Ante ello, ¿qué es lo que se requiere?
Tal cual ocurrió con el cacao, se necesita trabajar con el agricultor, regalarle hasta la planta. La tarea del Ministerio de Agricultura debe estar enfocada a incentivar al agricultor cultiva café, especialmente del tipo robusta que es uno de los que mayor demanda en el mercado internacional y es lo que también pide la industria local.
¿Y qué están haciendo ustedes con respecto al tema?
Estamos trabajando en ello, hemos pedido al Gobierno ayuda con el tema. Hay una campaña para incentivar el cultivo y creo que vamos bien.