La Hora
El fréjol, la jícama, el chocho, arveja, quinua, amaranto, mellocos, mashua, entre otros se mezclaron con los productos de la Amazonía como el maito (pescado envuelto en hoja de plátano). Este fue el propósito de la feria de la semilla Muyu Raymi (fiesta de la semilla), el encuentro de culturas con cultivos y gastronomía propia.
Clemencia Solines, se enteró que podía encontrar en este espacio los granos que antaño comía con sus padres y abuelos, de eso ya pasaron 60 años. «A los tiempos que veo la mashua, la jícama que calmaba la sed cuando regresábamos del campo», dijo.
Recordó el plato que su abuelita Rosita elaboraba a base de achocchas con salsa de pepa de sambo, compró un dólar de este producto y la misma cantidad de la semilla para el acompañado, pero no podía faltar la papa chaucha, esa que tiene un color amarillo y negro, el sabor es distinto, da «gusto comer sin nada de químicos».
El parque Abdón Calderón de Cotacachi se llenó de unas 300 personas que exhibían las más variadas semillas, con colores que la naturaleza aún conserva. Los granos de las mazorcas de maíz eran negros, amarillos, atomatados, con rayas blancas. Los tamaños también eran distintos, la mazorca de María Cumba se ganó el premio a la más grande medía 25 centímetros.
Apoyo
Rumiñahui Anrango, presidente de la Unión de Organizaciones Indígenas Campesinas de Cotacachi (Unorcac) está claro que la soberanía alimentaria está asegurada con los cultivos andinos por ello hay que conservarlos.
En las comunidades se rescató el intercambio de semillas, cuando alguien no tenía para sembrar arveja, la vecina le proporcionaba y a cambio recibía otro producto, dijo. Las entidades que apoyaron a este encuentro a nivel nacional con 11 provincias participantes fue por la articulación entre varias entidades, dijo.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería Acuacultura y Pesca, el Municipio de Cotacachi, Oxfam Italia, el Ministerio de Inclusión Económica y Social fueron parte de este evento, para garantizar que los productos andinos, costeños, amazónicos no se pierdan y que los sabores y saberes se confundan entre culturas del Ecuador.