Hoy
En 2017 se construirá una planta de tratamiento de pulpa.
Las personas naturales reciben hasta el 70% de su inversión y las comunidades hasta el 100%. Se prevé tener 2 millones de hectáreas en 2032.
La meta de la industria maderera para 2018 es aportar con el 5% del Producto Interno bruto (PIB). Actualmente, la cifra es del 1,7%.
El anuncio se lo hizo la semana pasada en el Primer Congreso Forestal que se realizó en Quito. Para lograr el objetivo, el Gobierno estableció dos programas.
El primero busca conservar las plantaciones existentes y el otro apunta a aumentar la producción.
José Guarderas, experto forestal de la consultora Sambito, dijo que los bosques ecuatorianos absorben 15 millones de toneladas de CO2 mensuales. La cifra puede incrementar si se aumentan las plantaciones.
En relación al incremento productivo, se crearon incentivos para las personas naturales y para las comunidades que siembren árboles en sus terrenos.
En el caso de las primeras, el Estado les devuelve hasta el 70% de la inversión, mientras que para las comunidades es hasta el 100%. El monto se entrega cuando se cosechan las plantaciones.
Juan Palacios, director ejecutivo de Ecuador Forestal, dijo que Ecuador tiene 170 mil hectáreas de plantaciones forestales y 9,6 millones de bosques nativos. El objetivo es que en 2035 haya 2 millones de hectáreas.
Con esta producción se espera aumentar las exportaciones de tableros, de madera contrachapada, de muebles, de pisos y demás productos para la construcción. El monto actual que dejan las ventas es de $170 millones y se prevé llegar a $5 000 millones en 2032. Además se espera superar los 234 mil empleos que genera la industria, hasta llegar a los 500 mil.
El sector forestar está dentro de los siete más importantes para el Régimen. Por esta razón, en 2017 se quiere construir la primera planta de tratamiento de pulpa para fabricar cartones que necesita la industria local y para bajar las importaciones.
A la par de esta planta, se edificará un centro de investigación con apoyo de técnicos y expertos chilenos, uruguayos y brasileños.
Este centro servirá para mejorar la calidad de los diferentes tipos de madera.
Bernardo Pérez, representante de los empresarios madereros, dijo que los incentivos que brinda el Gobierno son positivos y ayudan al desarrollo del sector.
Sin embargo, explicó que se necesitan líneas de crédito de fácil acceso porque un cultivo maderero es de largo plazo dependiendo de la especie que se siembre. Hay algunos tipos de madera que se cosechan a los tres, cuatro o cinco años, pero hay otros que pueden tardar 15 años.
Por esta razón se necesita capital para invertir en el cuidado de las plantaciones.
Para él, los préstamos que otorga la Corporación Nacional de Fomento (CFN) son de difícil acceso para los pequeños empresarios, ya que los requerimientos son engorrosos.
Además se necesitará de más créditos si se pierden las Preferencias Arancelarias Andinas, que otorga Estados Unidos. (JMM)