El Comercio
Durante esta semana, cientos de miles de personas alrededor del mundo salieron a las calles a protestar en contra de Monsanto, la gigante empresa de cultivos transgénicos.
Las manifestaciones en Europa se dieron principalmente en ciudades de Holanda, Francia, Bélgica, Austria y Alemania. Los estadounidenses también mostraron su rechazo, la protesta masiva fue en Los Ángeles, California (EE.UU.). Ayer Costa Rica, con una protesta en una plaza San José, se sumó a la huelga global.
Mauricio Álvarez, activista de la Federación Ecologista, declaró a EFE que Monsanto es el «principal monopolio capitalista en la historia de la humanidad» e insistió en la necesidad de «cerrarle las puertas en Costa Rica». «Aquí hemos dado una fuerte lucha y hasta el momento son 56 los municipios (de los 81) que se han declarado libres de transgénicos», expresó. Los grupos ecologistas se reunieron en la Plaza de la Cultura, en el centro de San José, donde con pancartas y camisetas con mensajes en contra de Monsanto los activistas repartieron información a los ciudadanos acerca de los riesgos de los cultivos transgénicos.
Los ambientalistas consideran que existe un vacío de información de Monsanto sobre investigaciones científicas acerca de los efectos de los cultivos transgénicos en la salud humana y el ambiente. En Uruguay, pese al rechazo del sector ambientalista, se está empezando a utilizar la semilla transgénica (Intacta RR2 PRO) que promete un incremento del rendimiento de un 10%. En la Constitución de Ecuador se prohíben estos cultivos. El presidente Rafael Correa, sin embargo, ha anunciado que se revisará ese artículo para abrir la posibilidad de transgénicos en el país.