Expreso
La industria bananera del siglo XXI deberá enfrentarse a dos grandes retos: Mejorar sus niveles de productividad y encaminarse hacia un proceso de formalización.
Esta última tarea deberá cumplirse a corto plazo. Según Francisco Vacas, ministro de Relaciones Laborales, los propietarios de haciendas tendrán un plazo de 90 días para formalizar a su plantilla de trabajadores, pues no todos cuentan con un contrato formal y gozan de derechos laborales como la afiliación social.
La informalidad, dijo el funcionario, ha provocado que los empleadores del sector «recaigan en incumplimientos, como la falta de aseguramiento, la falta de pagos de salarios mínimos, horas extras y décimos». Aspira a cerrar el año con el sector «totalmente regularizado».
El anuncio, que se dio en el marco del X Congreso Bananero que se desarrolla en el Hilton Colón de Guayaquil, dejó sorprendido a algunos dirigentes bananeros que creen que 90 días es poco tiempo, aunque en ese plazo se incluyan charlas y capacitaciones para que los empleadores se acojan al proceso.
Vacas espera emitir hasta el 15 de junio próximo un acuerdo ministerial para ejecutar la nueva disposición. No obstante, William Ramón, presidente de la Asociación de Bananeros de Naranjal, considera que allí se debería incluir una moratoria para casos puntuales.
Según Ramón, el proceso de regularización podría ser oneroso, sobre todo para los pequeños agricultores que deben responder por años de afiliación. «Hay empleados que pasan los 20 años… Si no hay un plazo prudencial será difícil manejar el pasivo laboral», dijo.
Ayer, durante el segundo día del foro, los actores del sector también abordaron la meta que el Ministerio de Agricultura trazó para la industria bananera: mejorar los niveles de productividad. Según el último catastro, Ecuador mejoró sus niveles de producción. Ahora se estaría cultivando un promedio de 1.700 cajas por hectárea, versus las 1.300 de años atrás.
Javier Ponce, titular de la cartera de Estado, señaló que la mejora es positiva pero que se debe trabajar para alcanzar niveles como el de Costa Rica, donde se llegan hasta 2.350 por hectárea.
Expertos mencionaron que el propósito podría ser difícil de alcanzar, pero no imposible. Rubén Ortiz, gerente de Agrosoil, señaló que además del combate a la sigatoka negra, se debe controlar el «estrés abiótico» que se produce en las plantas debido a cambios climáticos y condiciones de suelo. Factores que también influyen en el desarrollo de cultivos.