El Comercio
El sector productivo considera que en seis años el Gobierno quedó en deuda en materia de comercio exterior, lo que ha frenado el desarrollo del país.
Todo, a pesar de los reconocidos esfuerzos del personal técnico encargado de buscar alternativas para mejorar el sitial del país en el mundo. Felipe Ribadeira, presidente de la Federación Nacional de Exportadores (Fedexpor), cree que desde inicios del Régimen (que va a su tercer período) se cometió el error de reducir el comercio exterior a una Subsecretaría Técnica, adjunta a un Viceministerio, que a su vez está incluida en la Cancillería.
En el 2007 dejó de funcionar el Ministerio de Comercio Exterior, para crearse el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración que al momento ha sido dirigido por tres funcionarios. Inicialmente estuvo María Fernanda Espinosa (hasta diciembre del 2007), luego Fander Falconí (diciembre 2008-enero 2010) y actualmente Ricardo Patiño.
La falta de acuerdos comerciales con los principales mercados del Ecuador, como EE.UU. y la Unión Europea (UE), el déficit en la balanza comercial, la pérdida de participación en mercados como el del banano, manufacturas de metal, jugos y conservas de frutas, y la escasa apertura real de nuevos mercados forman parte de los desaciertos citados por el gremio. «Los resultados no han sido los mejores.
Los esfuerzos han sido limitados por los intereses extras que tiene la Cancillería en política de integración comercial o en el tema de la Relatoría de Derechos Humanos», añadió Ribadeneira. Entre los aciertos citó la creación de ProEcuador, como agencia gubernamental de promoción de exportaciones. «Pero le falta un norte».
Y sugirió que esta organización deje la Cancillería para formar parte del brazo ejecutor del nuevo Ministerio de Comercio Exterior. A inicios de este mes, el presidente Rafael Correa anunció que creará un Ministerio que se encargue de dirigir independientemente las políticas de comercio exterior. En uno de sus recientes enlaces sabatinos reconoció que las exportaciones «se han duplicado en nuestro Gobierno, pero ha dependido de condiciones internacionales.
En general ha sido el efecto en precio y no de buenas políticas». Ello a pesar de políticas comerciales que restringen las importaciones de determinados productos para estimular la producción. El sector bananero es uno de los que está palpando la reducción de su oferta exportable, básicamente en el mercado de la UE. La crisis es sostenida desde el 2011 y apunta a agudizarse por factores como la crisis financiera internacional. De esta manera, las exportaciones de banano ecuatoriano cayeron, en volumen, el primer trimestre de este año. Un -8,66% comparado con similar período del 2012 y un -21% con el 2011.
Para Eduardo Ledesma, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), la creación del Ministerio de Comercio Exterior es una decisión acertada. Lo ve como una posibilidad para impulsar los acuerdos con Turquía y Brasil, además de ser un nexo para generar acuerdos también con China, Rusia y Corea y para resistir al mal momento en la UE donde Ecuador aún es el primer proveedor. Por su parte, Henry Kronfle, presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil, destaca el paulatino acercamiento que se ha dado con las autoridades en los últimos años, sobre todo en materia técnica comercial.
La relación es más estrecha en el último año y coincidió con el nombramiento de Nathalie Cely como Embajadora en EE.UU. Con ese país se logró que el 85% de las partidas arancelarias exportables pasara del Sistema de Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea) -que EE.UU. otorga unilateralmente a una subregión- a un Sistema Generalizado de Preferencias (SGP). En este último caso, se puede otorgar los beneficios independientemente por cada país.
El problema es que en el 15% de partidas restantes está el grueso de los envíos ecuatorianos a ese mercado. Sin embargo, un tramo de la Atpdea dejará de ser parte del beneficio comercial desde mediados de este año, una vez que Colombia y Perú ya negociaron un acuerdo transaccional con los estadounidenses. Otro punto que destaca Kronfle es sobre los diálogos y estudios que lograron identificar una mayor pérdida que ganancia al pretender integrar al Ecuador en el Mercosur.
Incluso a pesar del anuncio oficial de integrar al país a ese bloque luego de negociar con la UE. Kronfle cree que al final tendrán más peso las desalentadoras cifras proyectadas. Por ejemplo, Ecuador tendría que pagar alrededor de USD 1 100 millones más en impuestos al adquirir su Arancel Externo Común. Además, para darle origen a un producto, el país debería darle un 60% de valor agregado a la materia prima comprada a sus vecinos. Con la Comunicad Andina esa relación es del 45%.
«Es una tarea fuerte y pendiente que deberá aclarar el nuevo Ministro del ramo», indicó Kronfle. En alerta por las trabas Para José Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), una de las tareas pendientes del nuevo Ministerio será defender al Ecuador de una serie de barreras arancelarias y sanitarias impuestas por otros países Brasil, por ejemplo, mantiene trabas al ingreso del camarón nacional a su mercado hace cuatro años a través de barreras sanitarias. Pese a la intervención diplomática, la respuesta es la misma: aún se realiza un análisis de riesgo.
Hace dos meses, en cambio, Egipto, un nuevo mercado, decidió fijar un arancel al camarón ecuatoriano. Aunque se trata de un mercado que no representa más de USD 100 000 al año, eso frena todo intento de conquista del nuevo mercado, dijo Camposano. LA CIFRA: USD 668 millones en negativo fue el registro de la balanza no petrolera, a marzo 2013.