Expreso
Lo único que piden los maiceros, por ahora, es la apertura de la frontera: que el exceso del maíz sea vendido por los gremios directamente a Colombia, donde hay una gran demanda.
Eso evitará que la sobreoferta siga influyendo en la caída los precios en los principales centros de acopio de Ventanas, Mocache, Quevedo, Palenque, Puebloviejo, en Los Ríos, y en Balzar y El Empalme, Guayas.
Sin contar con la cosecha de verano de este año, César Herrera Santos, presidente honorario de la Asociación Nacional de Productores Agroindustriales de Maíz Amarillo (Fenamaíz), estima que hay suficiente grano hasta diciembre de 2014, por lo tanto es necesario: no permitir importaciones como el año pasado (150 mil toneladas) y evacuar el excedente de forma urgente.
A esta fecha Ecuador tiene 760.000 toneladas de maíz duro amarillo de sobreoferta, y no hay capacidad de almacenamiento, ni líneas de crédito de movilización de la producción, según los dirigentes.
Lo corrobora María Inés Suárez Requelme, titular de la Asociación de Acopiadores de Maíz. En su centro de acopio en Mocache (provincia de Los Ríos), las camionetas Datsun, Toyota o GM de los setenta, y que todavía ruedan, llegan con 20, 30 o 40 quintales de grano seco. El jueves en una hora arribaron ocho vehículos, porque en la zona ya algunos acopiadores no tienen dónde poner más producto.
A la misma María Suárez le pasó la semana pasada.
A sus camiones, las grandes industrias no se los querían recibir al precio que manda la ley, por lo que tuvo que vender sus granos a lo que daban: dos o tres dólares menos de los $ 16,50 por saco de cien libras que en ese momento estaba vigente y que al día siguiente el Gobierno lo subió a $ 16,89.
Y eso también se siente en el campo. Gustavo Aguirre Méndez, principal de la Asociación de Montubios Los Ángeles, en el recinto Tarira, de Ventanas, dice que se los compran con una calificación de hasta 6% de impurezas, pese a que «ningún maíz sale con más de 2 por ciento».
Él recuerda que hace casi dos años solicitaron crédito a la Corporación Financiera Nacional (CFN), por 200 mil dólares, para implementar equipos para guardar y secar el grano, pero que solo les dieron a las grandes empresas comercializadoras que nunca les adquirieron la cosecha.
Apoyo familiar. De sus agremiados un 50% ha podido vender la cosecha. «Apenas pude colocar a 12,5 y 13 dólares el quintal, con el agravante que están obligados a venderle el maíz a las empresas que les financiaron los kits subsidiados por el Gobierno. Además, hay una rebaja en la calificación». Les ha entregado 6.000 quintales, pero una cantidad igual está todavía en el campo, en las matas sin ser cosechada.
«Con los descuentos que nos hacen, llegamos a diez dólares el quintal, porque califican hasta con el 6% de impurezas, el mínimo de 13% de humedad, más el transporte del producto hasta el centro de acopio».
Por eso dice que ahora las mujeres y los niños siembran o hacen otro tipo de actividades en el campo para ayudar a la familia. Si antes sembraban 10 hectáreas, ahora solo cinco -pero con mayor productividad- y el resto se dedica al cacao, o la maracuyá, que les da para la comida. Otros venden sus tierras.
Y cuando hay situaciones como esta, donde no tienen ni para la comida, «vivimos del huevito y la gallina, de la gallina y el huevito».
Es decir, que el alimento sale de sus granjas, pero no les queda para la educación, la vestimenta y, peor, para la diversión.
A Gustavo Aguirre, todas las semanas el hijo de uno de sus vecinos parceleros, de apenas 12 años, le lleva 30 huevos a 20 centavos de dólar cada uno, para tener lo que necesita para el colegio.
Líder Vélez, dirigente de Balzar, en la zona de La Guayaquil, también se queja de la baja calificación que reciben las cosechas con descuentos en exceso, que desincentivan al agricultor. «Los que están ganando son los grandes maiceros, que tienen convenios con empresas poderosas».
El problema es para los 30 mil pequeños campesinos que como él y como Aguirre, tienen pequeñas parcelas.
Guillermo Lizarzaburo – lizarzaburug@granasa.com.ec – Quevedo, Los Ríos