EL HOY
En medio de la marcha, el Ejecutivo organiza entrega de títulos de propiedad. A la caminata se suman colectivos de otras provincias. A las 11:00 de ayer, la marcha por el agua, la vida y la dignidad partió de Ambato a Cotopaxi. Las organizaciones indígenas y sociales preveían concentrarse en la Plaza Cívica Urbina, pero un programa para la entrega de títulos de tierras, organizado por la Subsecretaría de Tierras y Reforma Agraria, se les adelantó y ocupó el lugar con dos carpas y una tarima.
El malestar de los adeptos a la marcha fue general; Mario Mayorga, del Frente Popular, criticó el accionar del régimen y lo acusó de pretender «quebrar» a la organización social y de demostrar que «los cuatro pelagatos» le dan miedo. En las radios de Ambato, la ciudadanía exhortaba al Gobierno a respetar a sus mandantes.
Pese a la contrariedad, los integrantes del éxodo optaron por congregarse en el atrio de La Catedral, allí a las 09:00 empezaron a llegar nuevas delegaciones, entre ellas, miembros de las comunidades Salasaca, Azuay, Pastaza y los adherentes del Frente Unitario de Trabajadores, la UNE y de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas, que lucieron camiseta roja y entregaron volantes.
La delegación de 100 personas que llegó de Pastaza, encabezada por Juan Gualingo, presidente de las comunidades, Sarayacu, Chontayacu, Caliacali, Shiguacocha, Teresa Mama y Sarayacu plaza centro, sorteó el cierre de la calle Montalvo, en la que tres gendarmes organizaban el flujo vehicular.
«Déjennos entrar, no podemos por otra calle porque no conocemos las calles» pedía un joven de Sarayacu, a bordo de una furgoneta en la que llegaba con sus compañeros, el pedido fue aceptado tras 10 minutos de ruegos y explicaciones.
La mañana lluviosa y fría no impidió que los integrantes de la marcha esperaran dos horas para salir rumbo a Cotopaxi, un camión equipado con cinco monitores de audio, un micrófono y varios altavoces sirvió para motivar a los caminantes. A eso de las 10:45 llegó Humberto Cholango, quien fue recibido por Delfín Tenesaca y la dirigencia indígena de Tungurahua. También recibieron afectuosos a Marlon Santi, expresidente de la Conaie, quien llegó con Juan Gualingo y una centena de jóvenes portando lanzas de chonta, banderas, wipalas y collares hechos con semillas. Teneseca recordó que están logrando sus objetivos.
«Ahora, muy tempranito el gobierno empezó a entregar los títulos de tierras, que bueno, parece que por que más mínima que el presidente considere a nuestra marcha, está interesándole», dijo. (VCH)
Ninguna marcha tiene permisos aún
Ante la anunciada llegada a Quito de la marcha indígena el jueves, el intendente de Pichincha, Fausto Velásquez, indicó que ninguna marcha está autorizada todavía. «Es necesario que obtengan permiso de la Intendencia si van a transitar por las calles», afirmó. Cualquier movilización (a favor o en contra del Gobierno) que no tenga los permisos puede incurrir en una contravención, cuya sanción puede ser la cárcel, dijo.
Mientras tanto, organizaciones y colectivos afines al Gobierno apostados en el parque de El arbolito y en la Plaza de la independencia, están en vigilia a la espera de la llegada de la marcha organizada por la Conaie.